¡Hola a todes!
Hoy os traigo seis tips para alegrar la comida vegana que espero os gusten. Me he quedado con ganas de algunos más, así que no dudaría en hacer una segunda tanda. Pero, de momento, voy a explicar un poco el porqué de este artículo.
Muchas personas suelen pensar que les
veganes comemos de una manera sosa, con carencias nutricionales, que
sólo “comemos lechuga”. Existe un concepto tan básico del
veganismo a causa -entre otras cosas- de la sobredosis de origen
animal en los platos comunes. ¿Hacemos pasta? Ponle carne picada.
¿Hacemos pizza? Ponle queso hasta que te salga por las orejas.
¿Hacemos ensalada? Ponle atún, palitos de cangrejo... Y así
podríamos estar hasta mañana, enumerando platos que fácilmente
podrían ser veganos sin esa añadidura constante de carne, lácteos,
huevos, etc. Desde pequeñes aceptamos que, en nuestra dieta, debe
haber carne en casi todos los platos. Que no hay problemas de salud
ni de nutrición en una dieta a base de bocadillos de embutido,
yogures y hamburguesas. Y, más tarde, los medios nos deben recordar
que, de vez en cuando, deberíamos comer algo de fruta y verdura para
no padecer de carencias nutricionales.
En realidad el veganismo, en su estadio
alimenticio, acoge una variedad increíble de platos y productos, y
he de decir que nunca había comido tan bien y tan variado como desde
que soy vegane. He descubierto no sólo infinidad de verduras,
legumbres y más alimentos básicos al igual que platos deliciosos,
sino que he sido capaz de analizar mi rechazo a este tipo de
alimentos. Al comer carne, se me hacía difícil cambiar y aceptar
otras opciones. Teniendo la elección de comer salchichas, ¿por qué
iba a querer verduras?
Todo está tan manejado para que su sabor sea
excepcional, que cómo iba a querer en su momento brócoli si tenía carne llena de
hierbas aromatizantes y salsas divinas (de origen vegetal casi todas, por
cierto), por qué iba a prescindir del queso (con su correspondiente ingrediente adictivo,
gracias caseína), cómo y por qué iba a dejar de tomar natillas, helados,
chucherías ricas en grasas, gelatinas y azúcar del más malo (y el
más dulce), bollería con grasa animal hasta en el plástico que la
envuelve, embutidos enriquecidos con mil especias, nachos, kikos,
patatas de bolsa y otros snacks bien llenitos de aditivos adictivos (os juro
que el juego de palabras no ha sido intencionado)... etcétera.
Saliendo del terreno de lo personal, la
sociedad acostumbrada a una dieta omnívora (productos de origen
animal y vegetal) suele creer que los platos veganos son aburridos,
pero eso es porque no se conoce (bastante intencionadamente por parte de
quién lo pretende) la cantidad no sólo de alternativas que existen,
si no de los propios ingredientes comunes que se pueden aprovechar
para crear combinaciones únicas y deliciosas.
Mi propósito de hoy va dirigido a
personas tanto veganas como para las que no lo son. Quiero compartir
con vosotres seis tips que pueden ayudar a añadir motivación a
vuestros platos del día a día en el veganismo, ya sea para
experimentar y comenzar a aprender a hacer recetas veganas como para
no aburrirse de la cocina. Allá vamos:
- Agregar chía a desayunos y meriendas.
Esta semilla, de
gran aporte nutricional gracias a las necesarias cantidades de hierro y Omega3, tiene además la capacidad de convertir tus comidas en
súper-desayunos y meriendas. Puedes agregarla en sopas, batidos,
yogures…
Los smoothies, tan de moda como están, son el plato
perfecto para agregar este ingrediente cuando tienes algo de prisa
por las mañanas. He de decir que no conozco mucho sobre el tema
detox, pero esta receta da bastante de sí, se pueden agregar varias
frutas y semillas para tener distintos sabores cada día.
- Pastas y arroces, porfavor.
Los platos de pasta son una ocasión
única para demostrar la originalidad y versatilidad que puede llegar
a existir en un solo plato vegano, puesto que tenemos multitud de
opciones para ello: tanto si es en ensalada como en variantes
típicas, podemos optar por soja texturizada con queso vegano en la
boloñesa, o nata vegetal con beicon de seitán en la carbonara,
además de la salsa pesto adaptada (sin queso o con queso vegan).
¡Las opciones son inmensas! Con el arroz pasa lo mismo. Aquí
y aquí encontraréis bastantes recetas suculentas para no aburriros.
- La palabra clave es “aguacate”.
Descanso de cinco minutos para ir a por
uno
Esta fruta nos otorga
versatilidad suficiente como para ser utilizada en diversos platos.
Uno de ellos podría ser guacamole, tan fácil de hacer en casa.
Otra opción son las salsas que se pueden hacer para arroces y
pastas, licuando el aguacate con ajo picado y zumo de limón (la
misma receta que para hacer hummus, pero sin comino). También las
ensaladas, tanto de lechuga como de legumbres, dan la bienvenida a
este regalo del mundo y complementan perfectamente estos platos tanto
en sabor como en equilibrio nutricional.
- Embutidos veganos
Una alternativa a la carne en los
platos es, sin duda, la de los embutidos veganos. Fácilmente hechos
a mano en casa, o comprado en tiendas especializadas, el surtido va
desde el fuet hasta el chorizo, y ayudan mucho a la hora de picar y
de crear meriendas y desayunos rápidos. Una idea puede ser agregar
chorizo vegano casero a cocidos como las lentejas o merendar un ligero
sándwich de longaniza vegana con tomate (no entraré en la batalla de
cómo se sirve este tomate sobre el pan, sólo diré que nací
en Catalunya). El chorizo es especialmente fácil de hacer en casa, ¿por qué no probarlo?
- Frutos para todos los gustos
No podemos olvidar lo importantes y
necesarios que son los frutos en una dieta vegana, puesto que
aportan nutrientes esenciales como vitaminas o potasio. Añadir
frutos secos a cremas o ensaladas ayuda a aportar nutrientes que, de
otro modo, quizás no tomaríamos (como el ya mencionado omega3 en las nueces
o las semillas de lino). Pueden también formar parte de salsas para
pasta e incluso para tortillas sin huevo (como el caso de los piñones
en las tortillas de espinacas).Las frutas también son nuestras
aliadas en cuanto a lo que alegrar platos se refiere. No sólo de
macedonias podemos tirar, puesto que tenemos a nuestra disposición
posibilidades como los batidos o helados de zumo para los calurosos
meses veraniegos. También podemos mezclar frutas con yogures de soja u otros productos o incluirlas en bizcochos, pasteles y otros dulces.
- Probar con gastronomía internacional.
¿Has probado a
cambiar los ingredientes de platos comunes? Tacos, ramen, arroz tres
delicias… Todos estos platos pueden ser, de manera creativa y
fácil, veganos sustituyendo los ingredientes de origen animal. En el
caso de los tacos se puede utilizar soja texturizada o seitán con
salsa picante. Probando los fideos orientales, es fácil con pasta
que no lleve huevo y caldo vegetal como el teriyaki hecho en casa y
setas shiitake. El arroz tres delicias es especialmente curioso
puesto que se le pueden añadir guisantes y zanahorias de la receta
original, junto a tortilla sin huevo y productos como gambas
veganas.
Tampoco olvidemos la experimentación
culinaria, amigues. Añadir hierbas y especias como perejil,
cilantro o albahaca a sopas y estofados reaviva el sabor, así como a
guisos y fritos, croquetas o hamburguesas. La sal negra es un
perfecto sustituto del huevo en cuánto a sabor, también. Probad a sustituir productos de origen animal en platos comunes, os sorprenderéis.
Espero que os hayan gustado los tips y,
sobretodo, ayudado. Todo aquello que necesitéis en cuánto a
información sobre veganismo no sólo en alimentación si no en otros
ámbitos como vestimenta, zoos y acuarios, circos, antitauromaquia, productos
no testados, activismo, eventos y más cosas no dudéis en pedirme
información sobre el tema, estaré encantade de informar y ayudar en
lo que pueda.
A.